viernes, 15 de noviembre de 2019

¿Saben lo que nos jugamos? El Mundo. Madrid


Los Sres Pedro Sánchez y Pablo Iglesias inciden con su preacuerdo en clara irresponsabilidad. No es ninguna exageración, pues sin hablar con el resto de los partidos prescinden de los siguientes  hechos: 

Primero.- El escrito del Abogado General, Sr. Maciej Szpunar, ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, sobre la inmunidad de Junqueras, es de enorme gravedad para los intereses de nuestro país. No es vinculante, pero sus conclusiones son desalentadoras. Es verdad que entiende que la consulta del Tribunal Supremo carece de sentido una vez dictada sentencia condenatoria con inhabilitación para cargo representativo. A cambio señala dos cosas a cual más nefasta: Junqueras sería diputado del Parlamento Europeo por el simple hecho de la elección, y el Tribunal Supremo no debería haber planteado ninguna objeción a su toma de posesión en Bruselas.

A la vista de ello, y no es de extrañar, la defensa del condenado anuncia la presentación de una solicitud de nulidad de la sentencia del TS, incluso en el supuesto de que se considerase  extemporánea la consulta de la Sala Segunda. Independientemente de que el mencionado Abogado General demuestra no conocer en profundidad el instituto de las prerrogativas parlamentarias, confunde conceptualmente por ejemplo  la que denomina “suspensión de inmunidad”, lo cierto es que el peligro para el prestigio de nuestro sistema jurídico y la estabilidad institucional no puede ser más grave. Máxime cuando tal interpretación podría llevar  al Parlamento Europeo a considerar la exacta condición del Sr. Puigdemont. Lo diga el Abogado General, o su porquero, ni Junqueras ni Puigdemont podrían ostentar la prerrogativa de la inmunidad cuando con anterioridad a las elecciones habían sido procesados.

Con arreglo al artículo 9 del Protocolo Europeo sobre privilegios e inmunidades no cabe impedir la actuación de un tribunal español en este caso, máxime cuando Puigdemont es un rebelde a la justicia, y sería una  burla que una institución internacional lo protegiera. Conforme a nuestro ordenamiento, sobre una persona en prisión preventiva ya procesada no hubiera sido necesario siquiera realizar consulta alguna. Constituye un disparate pensar en la puesta en libertad de un preso, ahora ya condenado, para facilitar su huida. Solamente sería posible en los casos de prisión sin inculpación, en verdad excepcionales. Cosa distinta es que el propio Parlamento Europeo plantease la cuestión de su condición al tribunal español, lo que no es lo mismo. El Abogado General alude a que no cabe una exégesis literal del referido Protocolo. Tal alegación es absurda, o se deroga ese instrumento o se aplica como está redactado. La seguridad jurídica a este respecto es imprescindible.

Segundo.-Al mismo tiempo, el Parlament ha vuelto a votar una moción de autodeterminación. Se les ha advertido de ilegalidad, ¿qué hacemos de persistir la desobediencia? ¿Dejamos que los tribunales se enfrenten solos al tema? Unidas Podemos y el PSOE no pueden gobernar sin un pacto con todos los partidos constitucionales. ¿Qué confianza se puede tener sobre una organización, Unidas Podemos, que defiende  el derecho a decidir de una Comunidad  sobre la soberanía de todos y cada uno de los españoles? La verdad es que no saben nada de ciencia política ni de patriotismo constitucional, deben leer a Jürgen Habermas. En estas condiciones, el acuerdo constituye un riesgo que no es sensato asumir.


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